Ya no creo en Fantasmas, ni en el amor, ni en los amaneceres grises.

¿Cuál es la diferencia entre enamorarse de un pedazo de excremento y alguien?
El olor.
A fin de cuentas es lo mismo, solo que es más fácil jalarle a la cadena.

Normalmente atravieso etapas en mi vida y luego se terminan. Son como ciclos. Y me encuentro a punto de cerrar el paréntesis actual de mi vida.

Regresaré al odio que soy y que me hacía feliz., hace algunos meses.

Tiré sin darme cuenta, $2000 pesos a la basura. Eso fue, lo que me costó la vida estos dos meses. Sin contar la hueva, el Estrés, los malos desayunos y las levantadas temprano.

Odio la Vida Rutinaria. Mi vida debe ser más bien, un sitio dónde acudir para refugiarse de las bombas del mundo; un lugar donde levantarse tarde se haga por compromiso y convencimiento y la hueva invada al planeta, justo como antes.

Hasta hace 3 o 4 días, los fantasmas atravesaban las paredes de mi cuarto. Pero hoy, ya es diferente y ahora, solo yo tengo el poder de levitar, brillar de noche y traspasar bardas, porque ya no creo en fantasmas.

Tampoco creo más en el amor, que es una de esas cosas que le ponen a uno en los ojos para que no vea hacia dónde va, claro que, al final uno siempre termina estrellándose contra algo.

Felicito a la Puta Suerte por haberte encontrado. Agradezco a la Puta Suerte todos los días de mi vida. Y las nuestras hoy permanecen dormidas.

Se renueva mi vida y las aguas son cristalinas, calmas y tranquilizan el aire que respiro. Te recuerdo difusamente y en mi cabeza la imagen del mejor momento que tuvimos, sigue latente, lástima que hayan sido en verdad contables con los dedos, esos buenos recuerdos.