Confesiones Peligrosas de un Filosofo Drogado

Por lo regular uno no debe hacer las cosas con tanto empeño, que tu alma quede restregada en ellos, porque entonces has vendido tu alma. Y te has quedado sin ella.

A continuación presento las Confesiones Peligrosas de unFilosofo Drogado, y a pesar de que son honestas, procuraré no poner demasiado de mi alma en estas revelaciones escandalosas y un poco trágicas.

No amo a México y pienso que es un país detestable, de donde solamente, en ocasiones, he obtenido buenas fotografías.

Me gusta el sabor de un Hot-Dog, siempre y cuando no lleve mostaza ni cebolla.

Me confieso seguidor de Shakira y admirador de su pensamiento y su carrera.

No hay nada más agradable que el estar solo y tener una pluma en la mano, un cuaderno nuevo y las gotas de la lluvia mojandome la cara.

Me gusta ser multiorgásmico pues no he conocido a muchos. Y me encanta lo erótico a pesar de que no suelo serlo.

Cambiaría un amigo por un cheque de 10,000,000 de Dlls.

Soy frio y me gusta serlo. Soy malvado y me gusta serlo. Me gusta lo maquiavelico. Me gusta ser un asqueroso vengativo.

A veces me frustra que haga demasiado sol y me molesta el hecho de que en mi ciudad no caiga nieve.

He tenido muy buenas experiencias sexuales que repetiría. Me confieso amante y fanatico de mis genitales. Por lo que valoro el hecho de que una mujer sea capaz de entregarme los suyos.

Me encanta besar, pero no lo hago demasiado por aquello de la devaluacion del beso.

No me gusta la papaya en absoluto. Me Como el arroz aunque me disgusta. Cuando era chico me daban asco los champiñones y no comia aguacate ni tortillas de harina.
Actualmente como de todo menos papaya.

No recomiendo usar pimienta para provocar un estornudo, lo hice alguna vez y pasé 2 meses y medio con el olor a pimienta en la nariz. Nada tenia sabor y todo olia a pimienta.

Me gustaba la idea de correr a mis maestros y hacer lo posible porque perdieran su empleo. Considero detestables a los maestros que han pasado por mi vida, pues esta ultima siempre ha sido marginal y asquerosa en su caso. Siempre ha sido mi sueño vomitar sobre mis maestros.

Y maestros, que valgan la pena, he conocido a dos. Ironicamente, vomité sobre uno de ellos.

Me gustan las historias de gente solitaria. Me considero un solitario muy amiguero. Preferiria muchas veces estar solo que tener una platica con un idiota. Los dialogos internos son mis favoritos.

Hasta este punto de mi vida no he conocido a nadie que valga la pena. La pena siempre es mas grande. Se que sin buscarlo, encontraré a esa persona con la que haga click. Con las demás, solo me provocan asco y lástima. O de plano me excitan sexualmente y por eso estoy con ellas.

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