Una Noche de Rock en el Roxy. El Regreso de Lulú.

Lulú era una chica un poco reservada para mí. Siempre alegre y motivadora. Yo la conocí cuando visitaba Mairos (un taller donde entreteníamos por horas a niños de la calle y de bajos recursos.)

Lulú en verdad jamás fue mi mejor amiga. De hecho platicabamos poco, aunque estaba en "la bolita en la que asistíamos". Después del último concierto que organicé, me la topé al final de este y platicamos un poco. Después surgió una invitación para acompañarla a que comprara la joyería que pone en venta en su Universidad.

La verdad es que yo no perdía nada acompañándola y entonces, en uno de esos ambientes de silencios extraños y preguntas frecuentes, nos dimos cuenta que seguíamos siendo los mismos de antes. Y de que éramos mucho más interesantes el uno para el otro de lo que imaginábamos. De camino al Centro Joyero San Juan De Dios, nos topamos con la triste imagen del recuerdo de la muerte de una mujer en pleno pavimento.

Dedicado a la mujer que camino errante, y cruzo su propio camino, sembrando en cada paso, una semilla de Rechazo y Otra de Perdón, hasta que un viento inesperado llegó lento, penetrando tus huesos y arrebatándote algo más, pero todo pasó desapercibido, para una "sociedad exclusiva", Quien acepta al que más tiene. Ahora tu cuerpo descansa, como figura de cristal.

Un fin de Semana Más Tarde, la invité al Concierto de Molotov en el Roxy.

Tomamos el camión y comentamos sobre cosas. Retomamos una amistad que habíamos dejado atrás. Se incorporó a Sangre Alterna y regresó a mi vida. Entonces, al llegar entrevistamos a la gente y luego pasamos una noche llena de fotografías y buen Rock.

Las ultrasónicas estaban ahí, yo estaba ahí, Molotov estaba ahí y cotorreamos a los de Disidente, quienes también tocaron.

Tuve la oportunidad de cotorrear a las ultrasónicas, quienes estaban ebrias. Molotov es una banda que vale más la pena ver en vivo que escuchar en un disco. Fue impresionante.